Entrada facilitada por Myriam González Díaz
Durante el día 11 del 11, los alumnos de segundo curso del ciclo de Técnico en Farmacia y Parafarmacia, junto con su profesora de Formulación Magistral, tuvieron la oportunidad de conocer el laboratorio mAbxience.
La industria farmacéutica, ubicada en el parque tecnológico de León desde el año 2015 y en creciente expansión desde entonces, se encarga del desarrollo y la elaboración de diferentes anticuerpos monoclonales, utilizados mayoritariamente en clínica en el tratamiento del cáncer de colon.
De la mano del jefe de producción de la planta los alumnos han podido descubrir cómo se trabaja en un laboratorio de producción de medicamentos biosimilares, en el cual las condiciones asépticas juegan un papel muy importante. También han podido observar en directo y en pleno funcionamiento muchos de los materiales, equipos e instalaciones que estudian a lo largo de los dos cursos en los que se desarrolla el ciclo.
¡¡Muchas gracias mAbxience!! Por hacernos pasar un día maravilloso y por contribuir de esta manera a complementar la formación de nuestros alumnos.
Estas actividad son de gran ayuda e interés. Les felicitamos por la labor desarrollada desde la web con publicación relacionada con los neobancos con IBAN extranjero donde leer las ventajas y opiniones de otros usuarios.
Hay temas que, si uno los aborda sin pausa y sin prejuicios, acaban revelando mucho más de lo que prometen a primera vista. Por ejemplo: los cajones de acero inoxidable para mesas de trabajo en cocinas escolares. Podría parecer una cuestión meramente funcional, de esas que se ventilan en un par de frases sin pena ni gloria. Pero, ay, si uno rasca un poco —como quien limpia la placa de una cocina industrial tras el servicio del mediodía— descubre que aquí hay historia, normativa, prevención, ergonomía y, sobre todo, un compromiso con la salud de los más pequeños.
Porque las cocinas escolares no son cualquier cocina. Son entornos donde el mobiliario no puede fallar. Donde una esquina oxidada, una superficie porosa o una bandeja mal guardada pueden marcar la diferencia entre un servicio impecable o una sanción administrativa —de esas que duelen, como las de los 900 euros por aseos averiados o extintores ausentes, que llenan páginas de urbanismo local—.
Aquí, el acero inoxidable no es capricho estético, sino imperativo funcional. Y en ese contexto, las mesas de acero inoxidable con cajones integrados juegan un papel central. No es solo por higiene, que también, ni por robustez, que claro. Es porque ofrecen soluciones reales a necesidades reales: almacenamiento seguro, limpieza eficiente y cumplimiento normativo.
Cada vez que un inspector de sanidad cruza la puerta de una cocina escolar, su mirada se detiene en los detalles. Cajones con restos de comida, superficies corroídas, puertas que no cierran. Todo cuenta. Y todo sanciona. No basta con cocinar bien; hay que almacenar mejor.
Los cajones de acero inoxidable permiten almacenar utensilios, alimentos envasados, bandejas GN y otros elementos sin comprometer la cadena de higiene. Fabricados en acero AISI 304 o 430, con guías telescópicas y tiradores ergonómicos, representan la diferencia entre una cocina funcional y una cocina sancionada. Por eso, elegir cajones de acero inoxidable no es una cuestión de lujo, sino de sentido común.
Imaginemos el bullicio de una cocina escolar a las 11:45 de la mañana. Se acerca la hora del almuerzo. Hay que emplatar para más de 200 niños. Cada segundo cuenta. En ese contexto, un cajón mal colocado, que no cierra bien o que está lleno de grasa acumulada, no solo ralentiza el servicio: lo pone en riesgo.
Los muebles inoxidables bien diseñados —y aquí no exageramos— marcan la diferencia. Permiten a los cocineros trabajar con eficiencia, evitar desplazamientos innecesarios y mantenerlo todo en su sitio. Un cajón accesible, profundo, higiénico y resistente es, en esencia, una herramienta de trabajo más. Como lo son las marmitas, las placas o las cámaras frigoríficas.
Y no lo decimos solo nosotros. Lo explica también el blog de hostelería más leído por los profesionales del sector: el mobiliario de acero inoxidable no es una moda, sino una necesidad estratégica.
En ciudades como Zaragoza, las actas municipales están salpicadas de nombres propios y multas sonadas: restaurantes con aseos clausurados, bares sin extintores, discotecas con puertas de emergencia cerradas con llave. Las infracciones más comunes están relacionadas con aspectos que, a menudo, se descuidan por pensar que "ya se revisará más adelante". Pero ese “luego” puede acabar costando 900 euros... o más.
En las cocinas escolares, el margen de error es aún más estrecho. Un aire acondicionado mal instalado que obstaculiza el paso, una mesa sin la homologación adecuada, una campana extractora sin limpieza. Todo suma. Todo fiscaliza. Todo puede sancionarse.
A menudo, cuando se habla con responsables de compras de centros educativos, se percibe cierto recelo ante el precio de los muebles de acero inoxidable. “Es caro”, dicen. Pero lo caro es lo que se estropea, lo que se oxida, lo que hay que cambiar cada curso. Lo barato, al final, sale muy caro.
Por eso, más que un gasto, deberíamos hablar de **inversión en salud, eficiencia y cumplimiento legal**. Un cajón de acero inoxidable bien construido puede durar más de una década. Resiste los golpes, los lavados agresivos, la humedad, los productos químicos. Y, lo más importante: garantiza que los alimentos que llegan al plato del alumnado hayan pasado por un entorno seguro.
Algunos colegios ya lo han entendido. Apostar por mesas de acero inoxidable con cajones no es un detalle estético: es una declaración de principios. Significa entender que la cocina es una extensión del aula, un espacio donde también se educa. Donde también se aprende.
Y en ese aprendizaje, cada mueble cuenta. Cada cajón que cierra bien. Cada mesa que se limpia con un solo trapo. Cada armario que no gotea óxido. Todo eso habla, en voz baja, pero firme, de un compromiso con la infancia y con la salud pública.
Porque uno puede servir quinoa ecológica, legumbres de proximidad y fruta de temporada. Pero si lo hace sobre una encimera oxidada, entre utensilios sucios y muebles deteriorados, el mensaje pierde fuerza. Las cocinas escolares no solo deben nutrir. Deben dar ejemplo.
Y para ello, nada mejor que confiar en soluciones profesionales. En mesas de acero inoxidable robustas, con cajones de calidad, diseñadas para durar y cumplir con cada línea del reglamento.